Detente un momento y visualiza una caja.
– ¿Qué meterías dentro de ella?
– ¿Qué encontraste cuando la abriste?
-¿Tienes cajas cerradas y guardadas o arrumbadas?
-¿Te gustan las cajas como presentes en forma de regalos?
-¿Si las personas ocupáramos una caja, a quiénes eliges y qué colocarías dentro de cada caja para identificar y saber a quién pertenece?
¿Cómo Cajas?
Dentro de tu propia caja (personalizada) qué incluirías, descríbelo.
¿Los contextos forman cajas, las vivencias y las personas pueden llevarse a cajas y establecer o fijar algo o a alguien?
¿Los países, las religiones, las nacionalidades, razas, las creencias, tu visión del mundo, tus gustos, los de otros…son cajas? ¿Forman lenguajes? ¿Definen a una persona, un momento o circunstancia u objetos?
Durante nuestra vida y conforme vamos interactuando relacionándonos, conocemos personas.
Compartimos con ellas, algunas se vuelven parte de nuestras vidas, otras son circunstanciales; vienen y van.
De acuerdo a esta interacción formamos historias o hechos, vivencias, memorias y cajas.
Dentro de estas cajas que narran o cuentan los hechos vividos, también guardan etiquetas, juicios, memorias o aseveraciones y afirmaciones.
Toda esta información puede ser expansiva y nos llena el corazón, tal ves; la realidad es que muchas otras pueden revelar lo que enjuiciamos o no nos parece de alguien o alguna vivencia y encarece la visión que tenemos en relación a alguien o algo.
Lo cierto es que en todas las cajas que puedas llegar a visualizar o conectar siempre existirán ambos lados.
Esto no es bueno o malo, simplemente ES.
Circunstancialmente esa caja es un objeto diseñado desde tu percepción y si realizamos un ejercicio e intercambias esa caja con una persona conocida obtendría nuevas etiquetas, juicios, aseveraciones o afirmaciones desde la percepción o punto de vista de la otra persona y revelaríamos información que nos afirma que siempre existirán ambos lados o puntos de vista.
Lo que es azul para ti, puede ser verde para el otro. Lo que es saludable para uno es el veneno del otro o simplemente por un comentario etiquetamos o enjuiciamos a alguien y lo metemos sellando dicha caja y no deseamos volver a saber de esa persona jamás.
La pregunta es ¿Te sirve ese mecanismo o funcionan esas cajas? Lo que revelaste como etiquetas y juicios son absolutamente cierto o te limita. Funciona o no para ti?
De todas estas Cajas halladas cuáles podrías desempolvar y volver a abrir (apertura radical) para descubrir o cuáles definitivamente no. Cualquier respuesta que surja, está bien para ti.
A lo que voy con este tema, espero que me sigas es a detenernos un momento y darnos cuenta de que el juicio y las etiquetas muchas veces nos limitan y encarece nuestro proceso de aprendizaje, crecimiento y reconocimiento. De cómo nos relacionamos.
Muchas veces en este exacerbado ritmo decidimos no volver a hablar con alguien, limitarnos porque algo no va de acuerdo a lo que DEBERÍA SER O NO, o porque debería de ser como yo digo, o porque los demás tienen una visión e historia de dudosa procedencia que pone en juicio al otro o a la misma situación o simplemente porque asumimos o aseveramos y todo esto tiene grandes pérdidas o ganancias.
La próxima vez que te encuentres dentro de esa caja u otra, toma un momento y haz una pausa, activa tu poder intuitivo y reconoce ¿qué te está mostrando ese momento o persona? Y revelarás el mayor aprendizaje que nadie te puede contar o que tal ves podrás leer pero si no te permites vivirlo no sabrás si era para ti o no, si puedes con eso o no, si al quitar esa etiqueta o estereotipo conoces a una persona o vives un momento increíble trascendiendo esa parte clasista o de juicio que habita en todos nosotros.
Después de todo sólo somos personas y estamos aquí para revelar nuestra luz y la de otros y salir de la caja que nos mantiene adormecidos o como zoombies.
Recuerda siempre que el amor es el poder superior.
Revela ese poder y sanemos, caminando hacia una vida más sustentable.
Cuando observamos lo que hay detrás de esas etiquetas, juicios, nos damos cuenta de que estamos siendo similares a lo que vemos y recibimos lo mismo.
¿Cómo?
Defino al otro como: flojo, grosero, desinteresado.
Me comporto: autoritario, crítico, ejerciendo presión.
El otro me ve: Abusivo, siendo un dictador.
El otro reacciona: aplazando o haciendo tarde lo acordado.
Las cajas nos alejan, pues entramos en estados reactivos y perdemos de vista el Bien superior. Entramos en una lucha de egos y poder.
Práctica de bienestar que te recomiendo.
Cuando una conversación, persona te haga sentir incómodo, has consciente o anota los juicios que comienzas a crear en torno a esa plática, vivencia o hecho.
Sí, anótalos en ese momento.
Pregúntate como esos juicios o etiquetas te limitan al no expresarte y te alteran llevándote a evadir o discutir y no aceptar que del otro lado trascendiendo ese momento de reistencia obtendrás un gran aprendizaje.
¿Qué podrías hacer distinto?
Te recomendamos seguiros a través de nuestras redes sociales, descargar la plantilla o leer el libro 108, Libera el Caos Mental de veta en Amazon y Librerías El Sótano, cuenta con servicio de entrega a toda la República Mexicana y el resto del mundo.
¡Gracias!