El burnout en las mujeres se ha incrementado con la pandemia y hoy, más que nunca, se necesitan medidas para reducir esta quema emocional que podría traer consecuencias económicas y sociales en el largo plazo.
Por Rosa León
@rosaleonbarragan
Ana no pudo más. Estalló. Después de meses de buscar un espacio para ella, esta emprendedora, esposa y mamá de un niño por fin tenía un espacio para ella: unas clases de yoga. Pero ese lunes todo le salió mal.
Cuando se disponía a tomar su momento de descanso recibió la llamada de su asistente, quien le informó que renunciaba a su empresa. Minutos después su hijo no podía conectarse a clases en línea y demandaba su ayuda urgente. Todo esto pasaba, mientras su esposo le llamaba sin parar para resolver pendientes de su negocio.
Decidió, como tantas otras veces, ponerse en segundo lugar para resolver los pendientes que se le juntaban. Llegó 30 minutos tarde a su clase de yoga, el único espacio que tiene para conectarse con ella misma. Luego, se dio cuenta de que el telar que usaba para sus ejercicios estaba mal puesto y que se podía caer. En ese momento estalló. Cayó en la cuenta de que se sentía rebasada, exhausta y desenfocada en su vida en general.
Así como el caso de mi amiga Ana, la realidad es que esta pandemia ha aumentado las cifras de quema emocional en mujeres. Este incremento de burnout se debe a la doble y hasta triple jornada de trabajo que viven día con día las mujeres debido a las labores no remuneradas del hogar que tienen que atender. Aumenta el estrés y el trabajo para las que son madres y tienen que apoyar a sus hijos con los deberes y las clases virtuales.
Una de cada tres mujeres ha considerado reducir su carrera o dejar la fuerza laboral y cuatro de cada 10 han considerado dejar su empresa o cambiar de trabajo, según el reporte Women in the Workplace 2021 de McKinsey & Company.
No obstante, el reporte también señala que pocas empresas han analizado las causas de esta situación; en su lugar, están activando soluciones rápidas como aumentar salarios u ofrecer bonificaciones, sin fortalecer las relaciones con las personas y satisfacer sus necesidades reales.
En el reporte Madres Trabajadores y Covid-19: Efectos de la Pandemia en Circunstancias de Teletrabajo en México, que desarrolló el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) se destaca que con la irrupción de la crisis sanitaria las empresas que implementaron el trabajo a distancia no contaban con políticas para regularlo, y las organizaciones y las personas se fueron adaptando con sus propios recursos. En el caso de las mujeres, han tenido que crear su propia fórmula compaginando las labores del hogar y crianza.
Para cuidar su salud mental, el 39.22% de las mujeres que participaron en el sondeo ha llevado a cabo una combinación de actividades de entre siete opciones mencionadas: hacer ejercicio; practicar meditación; participar en un grupo de autoayuda; adoptar una mascota; mejorar su alimentación; tomar un curso o tomar una terapia.
Las combinaciones más mencionadas en la investigación fueron: hacer ejercicio y meditar; hacer ejercicio y tomar una terapia y hacer ejercicio y mejorar su alimentación. El 27.45% hizo únicamente ejercicio; 5.8% hizo solo meditación, y 8.8% únicamente adoptó una mascota.
QUEMA EMOCIONAL
Algunos de los síntomas más frecuentes de la quema emocional son:
- Niebla mental e incapacidad de concentración.
- Sentimiento de falta de significado y propósito en la vida.
- Tendencia a procrastinar y postergar las actividades indispensables.
- Tener un colapso nervioso o un accidente e incapacidad para trabajar.
Las soluciones inmediatas no existen. Pero se pueden crear estrategias de bienestar para aprender a gestionar las crisis y priorizar el autocuidado, poner límites sanos y llevar a cabo una revisión de las rutinas diarias para cobrar consciencia de las acciones cotidianas que aportan bienestar y descartar las que no.
En PAUSAS tenemos diversos modelos propios, basados en teorías de psicología positiva y mindfulness, para llevar a cabo esta revisión personal, y trabajamos en conjunto para crear un diseño de vida basado en el bienestar unificado.
Vivir en este bienestar implica recorrer un camino que requiere mucha persistencia, constancia, aprendizaje, autorregulación y respeto a los procesos individuales.
Los pequeños cambios en las rutinas diarias generan grandes resultados que se visibilizan con el tiempo y en el mediano plazo se recobra el optimismo y las ganas de crear una vida con significado.
Si tú también te sientes quemada en este momento y no sabes cómo comenzar a hacer estos cambios, hoy te comparto algunas prácticas para que puedas llevar a cabo la acción presente en tu rutina diaria:
- Comienza a poner límites y di NO a lo que no aporta bienestar a tu vida.
- Trata de apegarte a tus horarios y utiliza el Power Hour de Adrienne Herbert que plantea que hay que aprovechar al máximo la primera hora de tu día para ver cambios importantes en tu rutina.
- Evita las juntas innecesarias que sólo distraen, generan tensión y cortan el proceso creativo de tu equipo. Confía, delega y permítete dejar de querer tener el control de todo.
- Ten al menos 3 momentos de 15 minutos para pausar al día, esto renovará tu energía.
- Identifica cuando no estés fluyendo. Toma conciencia de los momentos donde haya fugas mentales y sientas cansancio, que las ideas no fluyen y te es imposible poner atención. Esto quiere decir que no estás presente y es momento de respirar y parar unos minutos.
- Por cada 2 emociones o pensamientos negativos que identifiques, trae a tu mente al menos 5 positivos. Recuerda que estás en proceso de optimizar tus recursos y aprender a gestionar mejor tu vida. Ten paciencia y compasión por ti.
- Somos seres de hábitos: hay algunos que nos llevan al bienestar y otros que son tóxicos. No trates de cambiarlos de un día para otro, mejor revisa las rutinas que te llevan a necesitar recompensas inmediatas y detente antes de llevar a cabo alguna acción que no es positiva para ti.
- Aprende cosas nuevas de ti, siempre hay algo nuevo por intentar y por sanar. Acércate a una persona que sea experta en el tema de tu interés y crea círculos de personas que te inspiren e impulsen a crecer, a disfrutar y deja aquellas relaciones que disminuyen tu energía y que te hacen ver la vida de manera negativa.
- Nutre tu cuerpo físico y lleva una dieta basada en alimentos sanos, como frutas, verduras y semillas que mejoran tu sistema inmune y ayudan a tu cerebro a funcionar mejor. También es importante hidratarte adecuadamente.
- Tu cuerpo necesita movimiento para segregar neurotransmisores, así que te recomiendo hacer ejercicio de forma cotidiana, lo cual hará que además duermas mejor y tengas claridad mental y enfoque para comenzar un nuevo día.
Y por último, pon en práctica las micropausas, que yo les llamo pequeñas dosis de autocuidado, que consisten en dejar de pensar en todas las cosas que “tienes o debes hacer” (lo que activa la respuesta al estrés o ese sistema nervioso simpático que te pone a mil por hora). Mejor practicar el aquí y ahora. Una buena forma puede ser al enumerar todos los sonidos e imágenes que ves en ese momento. Escucha y ve atentamente lo que hay a tu alrededor y respira profundamente. Esta práctica activa tu sistema parasimpático para que descanse tu mente y asimile los pensamientos de mejor forma.
“Hay algunas cosas que podemos hacer para controlar el estrés y para descansar y cuidarnos mejor, pero también puede haber cuestiones sistémicas que nos conduzcan a sentirnos quemados, por muy fuertes que seamos o por mucho yoga que hagamos en nuestro tiempo libre”, explica Anna Katharina Schaffner, autora del libro Exhaustion.
Ella explica que ante la quema emocional, hay que detenernos a observar la vida y la naturaleza para recordar que siempre hay más puntos de vista que estamos pasando por alto.
Si te sientes como mi amiga Ana, recuerda que no estás sola. Como dice Schaffner, buscarle un sentido a la adversidad puede enriquecer mucho tu vida.
PD. En PAUSAS contamos con workshops especializados para acompañarte y guiarte, a ti, a tu ecosistema y a tu equipo de trabajo para lograr el bienestar unificado en todas las áreas de la vida.