10 prácticas efectivas para reducir el burnout.

El burnout en las mujeres se ha incrementado con la pandemia y hoy, más que nunca, se necesitan medidas para reducir esta quema emocional que podría traer consecuencias económicas y sociales en el largo plazo. 

Por Rosa León

@rosaleonbarragan

Ana no pudo más. Estalló. Después de meses de buscar un espacio para ella, esta emprendedora, esposa y mamá de un niño por fin tenía un espacio para ella: unas clases de yoga. Pero ese lunes todo le salió mal.

Cuando se disponía a tomar su momento de descanso recibió la llamada de su asistente, quien le informó que renunciaba a su empresa. Minutos después su hijo no podía conectarse a clases en línea y demandaba su ayuda urgente. Todo esto pasaba, mientras su esposo le llamaba sin parar para resolver pendientes de su negocio.

Decidió, como tantas otras veces, ponerse en segundo lugar para resolver los pendientes que se le juntaban. Llegó 30 minutos tarde a su clase de yoga, el único espacio que tiene para conectarse con ella misma. Luego, se dio cuenta de que el telar que usaba para sus ejercicios estaba mal puesto y que se podía caer. En ese momento estalló. Cayó en la cuenta de que se sentía rebasada, exhausta y desenfocada en su vida en general.

Así como el caso de mi amiga Ana, la realidad es que esta pandemia ha aumentado las cifras de quema emocional en mujeres. Este  incremento de burnout se debe a la doble y hasta triple jornada de trabajo que viven día con día las mujeres debido a las labores no remuneradas del hogar que tienen que atender. Aumenta el estrés y el trabajo para las que son madres y tienen que apoyar a sus hijos con los deberes y las clases virtuales.

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Una de cada tres mujeres ha considerado reducir su carrera o dejar la fuerza laboral y cuatro de cada 10 han considerado dejar su empresa o cambiar de trabajo, según el reporte Women in the Workplace 2021 de McKinsey & Company. 

No obstante, el reporte también señala que pocas empresas han analizado las causas de esta situación; en su lugar, están activando soluciones rápidas como aumentar salarios u ofrecer bonificaciones, sin fortalecer las relaciones con las personas y satisfacer sus necesidades reales.

En el reporte Madres Trabajadores y Covid-19: Efectos de la Pandemia en Circunstancias de Teletrabajo en México, que desarrolló el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) se destaca que con la irrupción de la crisis sanitaria las empresas que implementaron el trabajo a distancia no contaban con políticas para regularlo, y las organizaciones y las personas se fueron adaptando con sus propios recursos. En el caso de las mujeres, han tenido que crear su propia fórmula compaginando las labores del hogar y crianza.

Para cuidar su salud mental, el 39.22% de las mujeres que participaron en el sondeo ha llevado a cabo una combinación de actividades de entre siete opciones mencionadas: hacer ejercicio; practicar meditación; participar en un grupo de autoayuda; adoptar una mascota; mejorar su alimentación; tomar un curso o tomar una terapia.

Las combinaciones más mencionadas en la investigación fueron: hacer ejercicio y meditar; hacer ejercicio y tomar una terapia y hacer ejercicio y mejorar su alimentación. El 27.45% hizo únicamente ejercicio; 5.8% hizo solo meditación, y 8.8% únicamente adoptó una mascota.

 QUEMA EMOCIONAL

Algunos de los síntomas más frecuentes de la quema emocional son:

  • Niebla mental e incapacidad de concentración.
  • Sentimiento de falta de significado y propósito en la vida.
  • Tendencia a procrastinar y postergar las actividades indispensables.
  • Tener un colapso nervioso o un accidente e incapacidad para trabajar.

Las soluciones inmediatas no existen. Pero se pueden crear estrategias de bienestar para aprender a gestionar las crisis y priorizar el autocuidado, poner límites sanos y llevar a cabo una revisión de las rutinas diarias para cobrar consciencia de las acciones cotidianas que aportan bienestar y descartar las que no.

En PAUSAS tenemos diversos modelos propios, basados en teorías de psicología positiva y mindfulness, para llevar a cabo esta revisión personal, y trabajamos en conjunto para crear un diseño de vida basado en el bienestar unificado.

Vivir en este bienestar implica recorrer un camino que requiere mucha persistencia, constancia, aprendizaje, autorregulación y respeto a los procesos individuales.

Los pequeños cambios en las rutinas diarias generan grandes resultados que se visibilizan con el tiempo y en el mediano plazo se recobra el optimismo y las ganas de crear una vida con significado.

Si tú también te sientes quemada en este momento y no sabes cómo comenzar a hacer estos cambios, hoy te comparto algunas prácticas para que puedas llevar a cabo la acción presente en tu rutina diaria:

  1. Comienza a poner límites y di NO a lo que no aporta bienestar a tu vida.
  2. Trata de apegarte a tus horarios y utiliza el Power Hour de Adrienne Herbert que plantea que hay que aprovechar al máximo la primera hora de tu día para ver cambios importantes en tu rutina.
  3. Evita las juntas innecesarias que sólo distraen, generan tensión y cortan el proceso creativo de tu equipo. Confía, delega y permítete dejar de querer tener el control de todo.
  4. Ten al menos 3 momentos de 15 minutos para pausar al día, esto renovará tu energía.
  5. Identifica cuando no estés fluyendo. Toma conciencia de los momentos donde haya fugas mentales y sientas cansancio, que las ideas no fluyen y te es imposible poner atención. Esto quiere decir que no estás presente y es momento de respirar y parar unos minutos.
  6. Por cada 2 emociones o pensamientos negativos que identifiques, trae a tu mente al menos 5 positivos. Recuerda que estás en proceso de optimizar tus recursos y aprender a gestionar mejor tu vida. Ten paciencia y compasión por ti.
  7. Somos seres de hábitos: hay algunos que nos llevan al bienestar y otros que son tóxicos. No trates de cambiarlos de un día para otro, mejor revisa las rutinas que te llevan a necesitar recompensas inmediatas y detente antes de llevar a cabo alguna acción que no es positiva para ti.
  8. Aprende cosas nuevas de ti, siempre hay algo nuevo por intentar y por sanar. Acércate a una persona que sea experta en el tema de tu interés y crea círculos de personas que te inspiren e impulsen a crecer, a disfrutar y deja aquellas relaciones que disminuyen tu energía y que te hacen ver la vida de manera negativa.
  9. Nutre tu cuerpo físico y lleva una dieta basada en alimentos sanos, como frutas, verduras y semillas que mejoran tu sistema inmune y ayudan a tu cerebro a funcionar mejor. También es importante hidratarte adecuadamente.
  10. Tu cuerpo necesita movimiento para segregar neurotransmisores, así que te recomiendo hacer ejercicio de forma cotidiana, lo cual hará que además duermas mejor y  tengas claridad mental y enfoque para comenzar un nuevo día.

Y por último, pon en práctica las micropausas, que yo les llamo pequeñas dosis de autocuidado, que consisten en dejar de pensar en todas las cosas que “tienes o debes hacer” (lo que activa la respuesta al estrés o ese sistema nervioso simpático que te pone a mil por hora). Mejor practicar el aquí y ahora. Una buena forma puede ser al enumerar todos los sonidos e imágenes que ves en ese momento. Escucha y ve atentamente lo que hay a tu alrededor y respira profundamente. Esta práctica activa tu sistema parasimpático para que descanse tu mente y asimile los pensamientos de mejor forma.

“Hay algunas cosas que podemos hacer para controlar el estrés y para descansar y cuidarnos mejor, pero también puede haber cuestiones sistémicas que nos conduzcan a sentirnos quemados, por muy fuertes que seamos o por mucho yoga que hagamos en nuestro tiempo libre”, explica Anna Katharina Schaffner, autora del libro Exhaustion.

Ella explica que ante la quema emocional, hay que detenernos a observar la vida y la naturaleza para recordar que siempre hay más puntos de vista que estamos pasando por alto.

Si te sientes como mi amiga Ana, recuerda que no estás sola. Como dice Schaffner, buscarle un sentido a la adversidad puede enriquecer mucho tu vida.

PD. En PAUSAS contamos con workshops especializados para acompañarte y guiarte, a ti, a tu ecosistema  y a tu equipo de trabajo para lograr el bienestar unificado en todas las áreas de la vida. 

Miedo y resistencia, los primeros pasos para la transformación

En plena pandemia, trabajé con una empresa de retail para ayudar al equipo a transitar la crisis. Me topé con miedo y resistencia de la mayoría. Aquí les cuento cómo, a través del modelo PERMA, les ayudé a retomar su camino hacia el bienestar y el crecimiento.

Por Rosa León

@rosaleonbarragan

La pandemia acababa de estallar. Era apenas marzo de 2020 y no sabíamos aún la magnitud de la crisis que se nos venía encima.

Recibí la llamada de un viejo amigo, quien fundó una empresa de retail y diseño, que ofrece soluciones de arquitectura, mobiliario e interiorismo para todo tipo de organizaciones. “Parece que se viene algo muy duro. Mi equipo y yo necesitamos estar bien emocionalmente para transitar la tormenta que se viene. Necesitamos tu ayuda”, me dijo.

Empecé a trabajar con la empresa y lo primero que encontré fue una gran resistencia a trabajar conmigo. Muchos de ellos ya habían participado antes en procesos de diagnósticos y asesoría, y su impresión era que no servían de nada, que nada había cambiado después.

Detecté en ellos miedo por las consecuencias de la pandemia en sus vidas y en su trabajo, además de una gran resistencia al cambio.

Para iniciar el proceso de trabajo en cualquier equipo, el miedo y la resistencia no son obstáculos, sino factores indispensables para poder generar la transformación y el florecimiento. Así que trabajé con esta empresa durante el siguiente año y medio, tomando como base el modelo PERMA de la psicología positiva, creado por el psicólogo Martin Seligman.

Al pasar de los días y las semanas, lleve al equipo a descubrir por sí mismo los factores que los estaban atorando. A través de ejercicios consistentes de meditación y atención plena se dieron cuenta que el ego, la falta de comunicación efectiva, los estereotipos y los malos hábitos de trabajo los habían llevado a la desorganización, la ineficacia y a un ambiente poco amable.

No eran un verdadero equipo de trabajo y de alto rendimiento.

EL BIENESTAR COMO ELECCIÓN

El modelo PERMA está centrado en la tesis de que la felicidad se cultiva en cada uno de nosotros y no en algún factor externo.

“La vida inflige los mismos contratiempos y tragedias en el optimista como en el pesimista, pero el optimista las resiste mejor”, dice Martin Seligman.

Pero ser optimista no significa para nada creer que todo nos provoca emociones positivas y que debemos desaparecer las emociones negativas. “El fundamento principal de una vida feliz es permitir las emociones infelices”, dice Tal Ben Shahar, profesor e investigador de Harvard.

PERMA se trata de trabajar constante para alcanzar nuestros sueños y objetivos, a partir de crear, nuevas rutinas y hábitos poderosos que nos lleven hacia el bienestar.

Los cinco factores que contempla el modelo PERMA son:

  1. Emociones positivas (Positive Emotions).  Supone aumentar la cantidad de emociones positivas, no a costa del intercambio o transposición con las negativas, sino como herramienta para lidiar con ellas. Las emociones positivas nos permiten experimentar bienestar en nuestras vidas, ejemplos de ellas pueden ser la paz, la gratitud, la satisfacción, el placer, la inspiración, la esperanza, la curiosidad o el amor. Un primer ejercicio al respecto es buscar experimentar tres emociones positivas cada que enfrentemos una emoción negativa.
  2. Compromiso o involucramiento (Engagement). Un factor que contribuye a la felicidad y satisfacción en la vida es realizar actividades que nos interesan y en las que podemos estar completamente concentrados, actividades que representen retos y requieran que utilicemos nuestros conocimientos, habilidades y capacidades. Se trata del compromiso en la búsqueda de aquellas actividades que nos permitan entrar en “flow”, o el estado óptimo de activación.
  3. Relaciones positivas (Relationship). Se resume en una frase: los demás importan. La mayoría de las cosas que nos producen bienestar ocurren con otras personas. Todas nuestras relaciones (familiares, laborales, personales) constituyen un soporte social que nos da apoyo para enfrentar situaciones adversas. Las relaciones sociales positivas están asociadas a la buena salud física y emocional; en particular, contribuyen a que las personas estén bien integradas en el contexto en el que se desarrollan y se sientan satisfechas.}
  4. Significado o propósito (Meaning). Este factor se refiere a la búsqueda de la pertenencia a algo más grande que nosotros mismos. Consiste en utilizar nuestras capacidades cognitivas y emocionales para realizar actividades que contribuyan de manera positiva en el desarrollo de un grupo de personas, de una comunidad, de un país o del planeta. Todos necesitamos darle un sentido trascendente a nuestras vidas para lograr el bienestar.
  5. Logros o metas alcanzadas (Achievement). A las personas les gusta tener logros, llegar a metas, ganar. Cuando lo hacemos por nuestro propio interés y motivación, y no obligados por nadie, nos llevan al éxito y al sentido del logro. Implica establecer metas, las cuales, una vez alcanzadas servirán para sentirnos competentes fomentando nuestra propia autonomía.

Cuando conseguimos cubrir todos estos ámbitos podemos tener un bienestar sostenible y pleno.

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UN PROPÓSITO SUPERIOR

Al aplicar el modelo PERMA con el equipo de la empresa de mi amigo se comenzó por desarrollar un nuevo propósito que le diera cohesión y unión al grupo rumbo a un fin común.

El equipo realizó una investigación acerca de tendencias en la industria, detectaron problemas y propusieron soluciones. Inspirados en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU a 2030 (ODS) crearon un prototipo innovador y ecológico para sus clientes.

El grupo más cercano al director general lideró el cambio de mentalidad en toda la compañía para desarrollar e implementar una nueva forma de trabajo centrada en el cuidado del medio ambiente. Se comenzó a bajar el nivel de residuos, a separar, donar y reciclar materiales para reutilizarlos en nuevos diseños y soluciones.

 Pese a las resistencias, miedos e inseguridades, se lograron cambiar las rutinas y surgió una nueva  mentalidad.

Varios miembros del equipo que no quisieron cambiar tuvieron que salir de la empresa. Incluso, gracias al movimiento que se generó dentro y a la sensibilización del equipo, se logró detectar un caso de fraude.

Fue un golpe muy duro y doloroso para el fundador y CEO de la empresa, quien fue firme en su proyecto de transformación, y llevó los principios de honestidad y compromiso al máximo.

Como ha escrito Tal Ben-Shahar, el fracaso es parte indispensable en una vida plena y de éxito. “Aprende a fracasar o fracasa para aprender”, dice.

De 35 empleados, la empresa se quedó con un equipo consolidado de siete personas comprometidas con los valores de la empresa y con el cambio hacia una organización sustentable.

Hoy, tras un año y medio, esta empresa de retail y diseño está activa, es una organización sana, con un equipo sólido y en camino de crecimiento, mientras desarrollan proyectos alineados con los ODS 2030.

Como nos recordó esta pandemia, estamos aquí para crear, para ser parte de círculos virtuosos, para contribuir con nuestra energía a cuidar del ecosistema del que formamos parte. Al ayudar a desarrollar una economía circular logramos la sostenibilidad ambiental, emocional, social y económica.

En nosotros está el poder de reducir la huella de las acciones negativas de siglos, de cambiar mentalidades caducas y de dejar huellas positivas de nuestro paso por el mundo.

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Rosa León es una estratega en el bienestar unificado de personas y empresas, que ayuda a las organizaciones a combatir el estrés y el burnout, a mejorar la salud emocional y mental, el clima laboral, la cultura organizacional y la productividad.

Cuenta con una maestría en psicología positiva y se ha capacitado con maestros como Deepak Chopra y en instituciones como HeartMath. Tiene especialidad en yoga, coaching ontológico y health coaching. Tiene más de 12 años de experiencia como Lifestyle mentor, centrada en en mindfulness, diseño de vida y hábitos. 

LinkedIn: Rosa León 

El poder creador de las crisis.

Fue una crisis total: mi papá enfermó y murió, terminé una relación amorosa y enfermé de forma grave de COVID. Tuve que dejar mi empresa a la deriva por 10 meses. ¿Cómo logré salir del abismo y transformé la adversidad en una nueva oportunidad? Aquí te lo cuento.

Por Rosa León

@rosaleonbarragan

 Mi abuelo, que vivió 111 años, decía que las mujeres de cabello chino, como yo, son siempre indomables. Y así siempre fui yo: alguien que nunca aceptó un “no”, un “nunca” o un “no se puede”. Me han llamado obstinada, necia e intensa. En mi familia, desde niña, me decían “la rebelde”.

Cuando la pandemia inició en México, en marzo de 2020, enfrenté una serie de pruebas a este carácter mío de rebeldía y resistencia.

Lo primero que decidí, ante una economía paralizada, fue hacer una pausa para escribir un libro que ya traía hace tiempo en mi cabeza. Mi intención era apurarme a tener listo el libro para que mi papá, con una enfermedad crónica, pudiera leerlo, pero murió en septiembre y ya no lo pudo hacer.

 Un mes después, luego de varios desencuentros con mi pareja, decidimos separarnos. En medio de esta crisis emocional por la pérdida de mi padre y mi novio, me enfermé de COVID y tuve que soltar las riendas de mi empresa.

 Mi caso se repitió miles de veces en 2020, cuando cada hora cerraron siete negocios en México, según Endeavor México.

 El virus me dejó graves secuelas, como una semi-parálisis en el cuerpo y en el cerebro. Me costaba mucho trabajo hablar, pensar, caminar. Hubo una mañana en que mis piernas no quisieron funcionar y no pude levantarme de la cama.

Una resonancia magnética que me hicieron arrojó que tenía una lesión irreversible en la materia gris. Mi cuerpo padeció tremendos dolores a nivel del nervio. Pasaron 10 largos meses en los que perdí clientes y aliados. Me sentía hundida emocionalmente. Me invadieron el miedo, la angustia y el enojo. Colapsé.

El neurólogo que me atendía me dijo que sólo podía darme medicamento para anestesiar los dolores, pero que no podía curarme nunca.

Fue cuando me agarré de esa fuerza de ser la rebelde, la indomable y no aceptar los “no”. Me dediqué a buscar otras alternativas y encontré la acupuntura, que me permitió restablecer terminales nerviosas, me dio alivio y restauró mi cuerpo 10 meses después.

Decidí meditar en lugar de medicarme. Decidí ir por relaciones enaltecedoras, de crecimiento, de disfrute, de conectividad e inspiración. Decidí regresar a lo más preciado: mi esencia.

 Poco a poco, gracias a mi práctica de meditación, tomé todo con entereza y con la certeza de que mi cuerpo estaba viviendo una actualización en su ADN. Me empecé a sentir conectada a un nuevo sentido de vida, uno más sustentable, más empático, donde ya no hay espacio para perder el tiempo, donde hay que valorar y agradecer más.

En mayo de 2021 terminé mi libro y lo publiqué, y hoy estoy de nuevo al frente de mi empresa, PAUSASpara ayudar a organizaciones y personas a combatir los problemas de salud emocional y mental que nos ha traído esta crisis tremenda, para lograr reconectarlos con su esencia, modificar sus hábitos y llevarlos al bienestar unificado para desarrollar sus objetivos profesionales y de vida.

PAUSAS EN TU VIDA

 Esta crisis personal y profesional me ha dejado muy claro que emprender es aceptar cada fase, aceptar el fracaso y valorar el aprendizaje de cada experiencia para cambiar, para innovar y para compartir con los demás.

Por eso les escribo: para decirles que estoy de regreso como emprendedora con mi empresa PAUSAS, una startup enfocada en el bienestar unificado de personas y empresas, que ayuda a las organizaciones a combatir el estrés y el burnout, a mejorar la salud emocional y mental, el clima laboral, la cultura organizacional y la productividad. 

En este primer artículo de relanzamiento les quiero compartir cómo la meditación fue una tabla de salvación que me permitió transitar todas las turbulencias físicas y emocionales, y salir a flote. “No ser controlado por una emoción ayuda a ver las cosas a un nivel más alto”, dice Ray Dalio, uno de los principales emprendedores e inversionistas de nuestra época.

 Si has pasado por una crisis como yo y quieres comenzar tu práctica de meditación, te recomiendo estos 5 sencillos pasos:

 1. Elige un horario del día en el que puedas desconectarte de todo al menos 20 minutos.

2. Aprende a reconocer tu respiración. Comienza a practicar respiraciones profundas cuando necesites concentrarte o estés atravesando una emoción difícil.

3. Crea un espacio donde te sientas cómoda/o y rodéate de elementos relajantes: plantas, un pequeño altar, una fuente, veladoras aromáticas o un pequeño jardín zen.

4. Sé persistente y mantén el hábito de regalarte esos minutos a diario para hacer una pausa. Netflix puede esperar.

5. Reconoce tus sensaciones cotidianas, pues esto te ayudará a ser más consciente y a conectar con tu cuerpo y tus emociones.

 Para poder liderar tu cambio interno debes elegir muy bien tus hábitos. Así lo he hecho yo desde que era una niña de cabello chino, rebelde y persistente. Recuerda que, como dice Ray Dalio, “el hábito es la herramienta más poderosa en la caja de herramientas de tu cerebro”.

 Como lo demuestra mi propia historia, una crisis tiene el poder para provocar el cambio, llevarte a crear cosas nuevas y a crecer, si estamos dispuestos a vivir el proceso. Es por eso que mañana estaré platicando sobre mi historia, te contaré el status de PAUSAS y también deseo obsequiarte un regalo, un espacio para ti y tus colaboradores para respirar, meditar y crear una estrategia de bienestar personal y en equipo.

Cajas.

Detente un momento y visualiza una caja.

– ¿Qué meterías dentro de ella?

– ¿Qué encontraste cuando la abriste?

-¿Tienes cajas cerradas y guardadas o arrumbadas?

-¿Te gustan las cajas como presentes en forma de regalos?

-¿Si las personas ocupáramos una caja, a quiénes eliges y qué colocarías dentro de cada caja para identificar y saber a quién pertenece?

¿Cómo Cajas?

Dentro de tu propia caja (personalizada) qué incluirías, descríbelo.

¿Los contextos forman cajas, las vivencias y las personas pueden llevarse a cajas y establecer o fijar algo o a alguien?

¿Los países, las religiones, las nacionalidades, razas, las creencias, tu visión del mundo, tus gustos, los de otros…son cajas? ¿Forman lenguajes? ¿Definen a una persona, un momento o circunstancia u objetos?

Durante nuestra vida y conforme vamos interactuando relacionándonos, conocemos personas.

Compartimos con ellas, algunas se vuelven parte de nuestras vidas, otras son circunstanciales; vienen y van.

De acuerdo a esta interacción formamos historias o hechos, vivencias, memorias y cajas.

Dentro de estas cajas que narran o cuentan los hechos vividos, también guardan etiquetas, juicios, memorias o aseveraciones y afirmaciones.

Toda esta información puede ser expansiva y nos llena el corazón, tal ves; la realidad es que muchas otras pueden revelar lo que enjuiciamos o no nos parece de alguien o alguna vivencia y encarece la visión que tenemos en relación a alguien o algo.

Lo cierto es que en todas las cajas que puedas llegar a visualizar o conectar siempre existirán ambos lados.

Esto no es bueno o malo, simplemente ES.

Circunstancialmente esa caja es un objeto diseñado desde tu percepción y si realizamos un ejercicio e intercambias esa caja con una persona conocida obtendría nuevas etiquetas, juicios, aseveraciones o afirmaciones desde la percepción o punto de vista de la otra persona y revelaríamos información que nos afirma que siempre existirán ambos lados o puntos de vista.

Lo que es azul para ti, puede ser verde para el otro. Lo que es saludable para uno es el veneno del otro o simplemente por un comentario etiquetamos o enjuiciamos a alguien y lo metemos sellando dicha caja y no deseamos volver a saber de esa persona jamás.

La pregunta es ¿Te sirve ese mecanismo o funcionan esas cajas? Lo que revelaste como etiquetas y juicios son absolutamente cierto o te limita. Funciona o no para ti?

De todas estas Cajas halladas cuáles podrías desempolvar y volver a abrir (apertura radical) para descubrir o cuáles definitivamente no. Cualquier  respuesta que surja, está bien para ti.

A lo que voy con este tema, espero que me sigas es a detenernos un momento y darnos cuenta de que el juicio y las etiquetas muchas veces nos limitan y encarece nuestro proceso de aprendizaje, crecimiento y reconocimiento. De cómo nos relacionamos.

Muchas veces en este exacerbado ritmo decidimos no volver a hablar con alguien, limitarnos porque algo no va de acuerdo a lo que DEBERÍA SER O NO, o porque debería de ser como yo digo, o porque los demás tienen una visión e historia de dudosa procedencia que pone en juicio al otro o a la misma situación o simplemente porque asumimos o aseveramos y todo esto tiene grandes pérdidas o ganancias.

La próxima vez que te encuentres dentro de esa caja u otra, toma un momento y haz una pausa, activa tu poder intuitivo y reconoce ¿qué te está mostrando ese momento o persona? Y revelarás el mayor aprendizaje que nadie te puede contar o que tal ves podrás leer pero si no te permites vivirlo no sabrás si era para ti o no, si puedes con eso o no, si al quitar esa etiqueta o estereotipo conoces a una persona o vives un momento increíble trascendiendo esa parte clasista o de juicio que habita en todos nosotros.

Después de todo sólo somos personas y estamos aquí para revelar nuestra luz y la de otros y salir de la caja que nos mantiene adormecidos o como zoombies.

Recuerda siempre que el amor es el poder superior.

Revela ese poder y sanemos, caminando hacia una vida más sustentable.

Cuando observamos lo que hay detrás de esas etiquetas, juicios, nos damos cuenta de que estamos siendo similares a lo que vemos y recibimos lo mismo.

¿Cómo?

Defino al otro como: flojo, grosero, desinteresado.

Me comporto: autoritario, crítico, ejerciendo presión.

El otro me ve: Abusivo, siendo un dictador.

El otro reacciona: aplazando o haciendo tarde lo acordado.

Las cajas nos alejan, pues entramos en estados reactivos y perdemos de vista el Bien superior. Entramos en una lucha de egos y poder.

Práctica de bienestar que te recomiendo.

Cuando una conversación, persona te haga sentir incómodo, has consciente o anota los juicios que comienzas a crear en torno a esa plática, vivencia o hecho.

Sí, anótalos en ese momento.

Pregúntate como esos juicios o etiquetas te limitan al no expresarte y te alteran llevándote a evadir o discutir y no aceptar que del otro lado trascendiendo ese momento de reistencia obtendrás un gran aprendizaje.

¿Qué podrías hacer distinto?

Te recomendamos seguiros a través de nuestras redes sociales, descargar la plantilla o leer el  libro 108, Libera el Caos Mental de veta en Amazon y Librerías El Sótano, cuenta con servicio de entrega a toda la República Mexicana y el resto del mundo.

¡Gracias!

Apertura Radical

¿Cuántas veces has sentido que el mundo se cierra y no hay nuevas posibilidades?

Sientes que estás cargando el mundo y cierta rigidez.

Que la falta de comunicación está ahí y no hay solución.

Estar y vivir desde la apertura radical es un gran trabajo y se requiere de práctica continua.

Tal vez entendiendo qué elementos surgen a través de esta mentalidad nos ayudará a activarla y ser atentos cuándo y cómo encender el botón.

Dos personas o un grupo de personas conversando que no logran ponerse de acuerdo y que se encuentran en monólogos, querer tener la razón o reclamos es algo que todos hemos vivido; nos es familiar.

¿Cómo nos hace sentir?

Cansados, agotados, enojados, ensimismados, eufóricos, coléricos, críticos y juiciosos, resentidos, cerrados, decepcionados, echamos culpas, culpables…

La apertura radical nos habla y explica de entender que como seres humanos, hemos desarrollado la capacidad del lenguaje y que la comunicación es parte de nuestra tecnología humana.

Cuando impulsamos y aprendemos a llevar conversaciones donde son aceptados los diferentes puntos de vista, sin perder el origen y el propósito de la conversación podemos llegar a crear no sólo grandes acuerdos sino grandes proyectos de vida y acciones de un legado sustentable.

Creamos y aprendamos a sostener espacios donde la libertad de ideas es bienvenida para comenzar un proceso creativo que nos lleva a todos a construir los fundamentos de relaciones, proyectos, etapas, y la vida misma. Creamos descubrimientos y generamos respuestas, vemos y medimos riesgos y nos volvemos creadores siendo parte de la solución de aquello que es planteado y convoca al trabajo en equipo: Tu trabajo, como pareja, como familia, como mentor, como director, como madre o padres, en cualquier área de tu vida ¿Lo ves?

Las ideas activan procesos cognitivos y enlaces neuronales que interactúan y se desarrollan a través del alimento que recibimos como parte de la información que otras personas nos comparten.

Entonces ¿Cuál es la limitante?

Las ideas son parte de los organismos y las sistematizaciones, forman parte de esos grandes ecosistemas dando paso al lenguaje y la cultura de los mismos.

De ahí la importancia a poner en práctica de la apertura radical. Somos creadores y desarrolladores; cuando entendemos esto y nos permitimos vivirlo creamos grandes proyectos y celebramos los no aciertos obteniendo y cachando la información que nos lleve a crear mejoras en conjunto como parte de una organización, después de todo para eso interactuamos, somos seres interdependientes que creamos conectividad para potencializar, crecer reconociendo los recurso con los que contamos y optimizamos.

La apertura radical nos lleva a activar las habilidades con las que contamos para desarrollarlas y compartirlas con otros para amplificarlas. Concebimos posibilidades futuras y las aterrizamos en acciones concretas a realizar.

La apertura radical nos enseña a enfocarnos en lo esencial y vital para mantenernos enfocados, sobre todo alimentados de todo aquello que nos vuelve curiosos e ingeniosos conectando con las soluciones y posibilidades.

La apertura radical nos enseña a construir y activar puentes de comunicación y conectividad con otros para alcanzar aquel bien común superior y recordar el origen del para qué estamos aquí y cómo venimos a cumplir nuestro propósito de vida contribuyendo.

La apertura radical revela el elemento de cada uno y los unifica para orquestar una sinfonía interminable de grandeza y crecimiento pues nos fusionamos e interactuamos.

Deja de ser exhaustivo, deja de ser una lucha y comienza una gran vía de un proceso creativo infinito. Al cultivarla nos volvemos participativos y nos alejamos de dejar la decisión en otros, dejamos de ser el problema o encontrar el problema revelando y siendo parte de la solución en acción.

Bioquímica y Neuroplasticidad

“¡De tantos berrinches se te va a salir la bilis!” decía mi abuela cuando hacía berrinches.

Y, la realidad es que efectivamente cuando reaccionamos y conectamos aquellas emociones nuestro cuerpo emite y dispara shots de neurotransmisores. Algunos muy buenos como la oxitocina al mirarnos a los ojos y sentir todo ese amor y olor que nuestros seres queridos nos transmiten. La serotonina que nos hace sentir felicidad después de hacer ejercicio, hacer el amor o correr…

También existen neurotransmisores como la adrenalina, dopamina, cortisol que generan rutas con memorias que nos aterrorizan, nos hacen colocarnos en modo de supervivencia ante un momento de peligro.

De ahí el dicho de: Todos somos adictos a algo: a actitudes, a reacciones, a alimentos, al sexo, a consumir, a alcoholizarnos, para evadir o a drogarnos para colapsar…

Bioquímica + memorias = adicciones círculos viciosos.
Pausa para conocerte + círculos virtuosos = prácticas poderosas.

Los seres humanos somos organizaciones y sistemas. Nos caracterizamos por el cambio permanente y la preservación de su organización.

Los seres vivos somos sistemas abiertos desde el punto de vista material y energético. Cambiamos a través de nuestro medio.

Desde el punto de vista de la biología, los seres humanos siempre hacemos aquello que es coherente con nuestra manera de comprender lo que hacemos (percepción). Lo hacemos desde la comprensión explícita e implícita que tenemos de ese dominio. Tus conceptos, ideas, supuestos, premisas, creencias y convicciones determinan las distinciones que hacemos, las decisiones que tomamos y las acciones que realizamos.

Cómo nos emocionamos, imaginamos y reflexionamos o reaccionamos frente a las situaciones y sus resultados.

De ahí surge la sistematización y programación en cada uno.

Relacionando con lo que hacemos, pensamos, imaginamos y nos emocionamos y reaccionamos o accionamos. Creando circuitos o círculos viciosos o virtuosos.

Muchas veces no lo hacemos no porque no queramos, sino porque no sabemos hacerlo de otra manera. O nos paralizamos, luchamos o evadimos ya que hemos conectado con alguna memoria en nuestro cuerpo emocional que detona una descarga en nuestra biología segregando neurotransmisores y colocándolos en modo de supervivencia, peligro o alerta, y lo volvemos a hacer de la misma manera que hemos aprendido y registrado.

Para llevarnos a accionar desde un sistema coherente es necesario crear espacios de pausa que nos lleven a la reflexión y al aprendizaje para aprender a hacerlo y decidir hacerlo de una forma nueva.

Nuestra intenciones, pensamientos, emociones e incluso plegarias, no sólo afectan nuestro presente o futuro, sino también nuestro pasado.

La ley cuántica dice que todas las posibilidades existen simultáneamente. Nuestros pensamientos y emociones afectan todos los aspectos de nuestra vida, más allá del espacio y tiempo.

Lo que sientes y piensas tiene un impacto en tu SER.

Sí, crea estados mentales: mentalidades.

Tienes 5 capas que forman tu Anatomía del Ser, así que tu cuerpo físico forma parte de tu estado mental y mentalidades.

El estado del Ser o anatomía del ser es uno cuando se unifica; cuando saber que eres UNO.

Pensamientos + emociones = Resultados.

Recuerda esto: Las emociones no son malas ni buenas, son polaridades (miedo, ira) – negativas el ritmo cardíaco se descompensa y se desorganiza.

En cambio, con las emociones + positivas generamos patrones continuamente regulares y organizados a los que los investigadores de HEARTMATH han llamado COHERENCIA CARDÍACA.

Tenemos el poder de transformar nuestro ADN a través de los pensamientos, intenciones y emociones de manera coherente y consciente.

Cuando el corazón y la mente actúan siendo uno, todo se unifica se abre el campo unificado y entonces comenzamos a vivir en amplitud y expansión, en mayor libertad. Cuando estamos alineados y alimentando nuestras vidas coherentemente.

Tu vida no responde a lo que quieres, la vida responde a quién estás siendo en este momento.

Cambiar tu vida es transformar tu energía, para poder hacer un cambio básico en tu mente y en tus emociones.

Si deseamos obtener un resultado diferente, debes suprimir la rutina de ser el mismo de siempre y reinventarte para revelar tu luz a esa nueva vivencia.

Ámbitos

“Pelea con la realidad y el 100% de las veces, perderás”
 – Byron Katie.

“Yo, tú, él, ella, nosotros, ustedes, debería, no debería, hubiera, no hubiera…si tan solo esto no me estuviera pasando a mí, porqué me pasa a mí esto…”.

El diálogo interno ciertamente nunca para. Todo el día está ahí, activo. Hay veces que lo notamos más y días que simplemente estamos inmersos en el exterior y seguimos con ese diálogo interno, sin embargo.

Cuando nos detenemos y pausamos en un espacio diseñado para reducir nuestros niveles de estrés, cuando colapsamos…es cuando nos damos cuenta de aquello que no nos damos cuenta y que está ahí.

El espacio de la pausa es justamente el espacio para escucharte en apertura radical y reconocer tu diálogo interno y el mundo interno que habitas y llevas contigo cada segundo de tu bendecida vida.

Wow!

El espacio de la pausa nos conecta a esos ámbitos que nos enseñarán cómo dialogamos con nosotros mismos mientras la vida nos ocurre.

YO – El propósito de estar en tu ámbito es saber estar en ti, en tu poder de elección, en tomar espacio. Cuando estoy en mi, tengo claridad y tomo espacio para mejorar mis decisiones y entonces tomar acción.

La vida nos trae experiencias para ponernos a prueba y es parte del trabajo en cada uno.

Estas experiencias a veces nos hacen salir de nuestro centro para reaccionar y dejarnos ir a través del drama, berrinche, guerra, falta de aceptación, evasión, lastimando o violentando y más.

¿Cómo saber cuándo he dejado mi centro y he abordado al espacio gravitacional donde pierdo el control?

“Recuerda activar el botón antigravitacional: P A U S A”. 😀

Ejemplos de diálogos:

OTROS – “Ellos no deberían haberlo hecho así, mi forma es la que funciona”, “Ella no hubiera usado esas palabras, se nota que no sabe comportarse”, “La forma en la que él reacciona muestra su falta de empatía y yo lo hubiera dicho mejor”, Cuando va a ser el día en que ustedes hagan lo que se debe de hacer y dejar de inventar cosas que no funcionan”, “Así soy yo y así me voy a morir…”

REALIDAD — ¿Por qué me está pasando esto a mí? Siempre he sido una buena persona”, “Esto no debería estarme sucediendo, la vida, dios, el universo son malos”.

Cualquier diálogo interno que te identifique con la victimización te está dando la señal de que es momento de aceptar, abrazar para sanar. ¿Qué me quiere decir este momento? ¿Cuál es el verdadero propósito y aprendizaje que hay en esta vivencia? Y es que ciertamente el sistema educativo, cultural, religioso nunca nos ha enseñado esto, ni lo hará. También es cierto que no tenemos que adoptar las formas o programaciones familiares, si NO te hace sentido CAMBIA y conecta con una nueva educación, cultura y sistema de creencias, las que van con tu vida y tu desarrollo personal.

Está en cada uno encontrar espacios para forjar una nueva mentalidad y entonces verdaderamente abrir el espacio para sanar y crecer…no sé si evolucionar pero SÍ CRECER y ser mejores personas.

Cuestiona absolutamente todo lo que te haga sentir incómodo y cómodo también. 😉

Tus aliados:

  • Vivir en balance.
  • La claridad.
  • La intención.
  • La acción.
  • La paz.
  • El perdón.
  • La gratitud.
  • La responsabilidad (habilidad de respuesta).

Confío en mis pasos, en claridad, tomo aquellas decisiones desde un lugar de confianza y paz.

Nuestra Visión del mundo

Cada uno tenemos una visión del mundo propia.

Está conformada por nuestro sistema de creencias, lo que pensamos en relación a nuestras vivencias y lo que creemos de éstas (creencias). Creamos trances a través de nuestro cuerpo emocional y memoria (bioquímica) con la que gestamos un cuerpo emocional y lo transmitimos a través del lenguaje.

Tu visión del mundo está alimentada de las prácticas diarias (conscientes e inconscientes) dando paso a una serie de acciones en nuestro día a día (desde lo más simple como decidir qué vas a desayunar hasta cuál es tu mayor pasión en esta vida).

Cada paso evidencía nuestra visión del mundo y ese bagaje que nos acompaña y proyecta nuestra percepción en cada área de nuestra vida, obtenemos resultados que a veces nos gustan y celebramos, y otras tantas nos equivocamos o no lo logramos y se nos olvida celebrar ya que de ahí surge el mayor aprendizaje. En este punto tenemos la opción o posibilidad de abrirnos a nuevas posibilidades (aceptando y abrazando lo que es) para entonces a través de ese CAOS liberarnos y llevarnos al PUNTO CERO donde además de desaprender, nos permitirnos hacerlo desde una mayor conciencia, apertura y libertad.

La visión del mundo manifiesta la realidad o la verdad de cada uno a través de aquellos filtros que vamos generando.

Recuerda que no hay verdades absolutas, sino percepciones y puntos de vista diferentes.

Planner de rutina diaria con Pausas

Aprende a diseñar, organizar tu tiempo y renovar tu energía.

Muchas veces no nos damos cuenta de que nos sentimos ansiosos, con insomnio, infelices, rumiando o deprimidos y esos son indicadores o señales de que estamos procrastinando, creando puntos de falta de autoestima y falta de confianza en relación a nuestro proyecto de vida.

Es una prioridad establecer, mantener y nutrir rutinas que nos den la confianza de que estamos avanzando y activando nuestra vida y disfrutamos los retos. Esto nos otorga un sentido de estar completando las diversas tareas y compromisos que nos llevan a un lugar de creatividad y plenitud. Liberando y decidiendo transformar toda esta energía en un espacio de crecimiento y mejora personal o en equipo.

Te compartimos una guía para resignificar la Procrastinación como un momento para despertar la creatividad y enfoque:

Instrucciones

  1. Al finalizar cada día, cierra escribiendo las cosas más importantes que debes continuar al día siguiente. Incluye todas las tareas del día, tanto laborales, como del hogar.
  2. Libera la fricción entre tú y tu mente antes de comenzar: Agrega en cada tarea cuál será tu recompensa.
  3. Acomoda tus tareas en la plantilla por orden de importancia.
    Dale prioridad a los primero 3 puntos.
  4. Toma el primer pendiente y concéntrate hasta terminarlo. Y sigue así hasta terminar los primeros 3 para llegar a la Pausa y renovar tu energía.
  5. Al finalizar 3 tareas deberás realizar una Pausa de al menos 10 minutos.
    Esta Pausa puede tratarse de un descanso para el cuerpo, las emociones o la mente.
  6. Al finalizar tu día vuelve a escribir la lista de “mañana” si quedó algún pendiente de tu primer lista, coloca dentro de los primeros 3 estos y agrega nuevas tareas.
  7. Repite este proceso en cada proyecto y evita estar saltando de uno a otro pues terminarás no haciendo nada.

¿Qué hago durante la Pausa?
Observa tu cuerpo, mente y emociones.

Si sientes cansancio físico puedes:

  • Descansa el cuerpo en una postura cómoda.
  • Realizar estiramientos sencillos.
  • Cambiar el sitio donde estás trabajando.
  • Tomar un bocadillo para recobrar la energía.
  • Realizar una breve meditación respirando.
  • Tomar una siesta corta.
  • Refresca tu cara y realiza una rutina de skincare.

Si sientes cansancio emocional puedes:

  • Renovar tu energía realizando tu actividad favorita por 10 minutos.
  • Recordar la recompensa de completar tus tareas.
  • Realizar una breve meditación respirando.
  • Coleccionar imágenes o escenas que te inspiren.
  • Busca algo que te haga reir.
  • Baila.
  • Toma una foto creativa del espacio donde estás.
  • Agradece a alguien.
  • Colorea.

Si sientes cansancio mental:

  • Realizar una actividad nueva, divertida e inesperada.
  • Escuchar tu canción favorita.
  • Dar una vuelta por casa y encontrar un objeto que no habías observado detenidamente.
  • Sentarte cómodamente y escuchar los ruidos que te rodean. Imaginar qué son.
  • Mira el cielo, o el techo y encuentra una figura.
  • Prueba un bocadillo nuevo.
  • Haz un poco de ejercicio.
  • Ponte audífonos sin música, cierra los ojos, apaga la luz, apaga todo.

Disfruta de tu rutina y cuéntanos si te funcionó o envía tus dudas por mensaje directo.

Descarga aquí el Planner de PAUSAS.